miércoles, 11 de diciembre de 2013

La Palabra, La Democracia, La Vida.



Pensando un poco a estas horas: el ejercicio de la ciudadanía es el ejercicio de la palabra.  Un ciudadano  es aquel que solamente cumple con ciertas normas y obligaciones que la sociedad impone, por cumplir estas obligaciones adquiere ciertos derechos, no es este el ciudadano que me interesa, ni tampoco es el ciudadano que deseo ver en mi patria. 

Un proceso de emancipación popular requiere otro tipo de ciudadano, un ciudadano pleno,  que ejercite la palabra plenamente, que no la agote con protestas unicausales esporádicas o con cafetería al paso. Ejercitar la palabra en sentido ciudadano es aceptar que el otro, que el interlocutor, tanto individual como colectivo tiene también el derecho y la potestad de hablar, de ser escuchado y de que esto se transforme una síntesis constructiva para la cosa pública.

La palabra es el valor fundamental de la democracia, a 30 años esto es algo que parece una obviedad, sin embargo los hechos recientes demuestran que la fuerza, como razón de las bestias continúa significando la posibilidad de imponer una postura.  La dictadura fue el silencio, la noche, la violencia, la imposición, la democracia se debe hacer cargo de que en sus jóvenes 30 años aún persisten instituciones capaces de hacer uso de estas mismas armas para lograr su cometido.

La negación de la palabra que realizaron y siguen realizando en algunas provincias de la patria, las fuerzas de In – Seguridad se manifestó cabalmente en auto acuartelamientos y en los respectivos descuelgues de teléfonos de comisarias,  la violencia de someter a aquellos que estas se encuentran obligadas a defender al terror de necesitar ayuda y encontrar silencio es de tal crueldad que recuerda a los peores años de este, nuestro, país. 

Nadie duda de que nuestra joven democracia tiene aún muchas deudas y muchas dudas, yo, a título personal, no dudo de que esta democracia incompleta ni siquiera es la mejor que podríamos tener, pero así tampoco dudo de que este es un proceso de aprendizaje colectivo donde todos, como miembros de una comunidad debemos re aprender lo que significa el derecho a la palabra, lo que significa solidaridad social, lo que significan las conquistas que se han conseguido en estos últimos años también.  Entender por qué es tan importante dar ese paso entre ciudadanos a ciudadanos plenos.

2 comentarios:

  1. Coincido plenamente con tu articulo. La negacion de la palabra, sea desde la fuerza como en este caso o desde la pretension de suficiencia, a la hora de dar un debate es uno de los peores daños que le podemos causar a nuestra Democracia. De esto tenemos que tomar nota quienes creemos en este modelo de país cuando encaramos nuestra ferviente e incansable defensa del mismo a traves de las redes sociales, entiendase, hacer un ejercicio responsable de la palabra, tomando como interlocutor valido al opositor y entendiendolo sobre todo como un ciudadano. O dicho de otro modo, mejor parecer un boludo por estar cayado que abrir la boca y confirmarlo. Un Fuerte Abrazo. Pablo.
    P/D: despues de leer (nuevamente) varios articulos de tu blog, he notado el enorme progreso que has tenido, como escritor y analista, lo que demuestra cabalmente la importancia del debate politico de a pie (de entre casa, en la sobremesa, en la basica, con el vecino, etc) en la formacion de un buen politologo.

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  2. A veces, sólo a veces me pregunto si el kircherismo realmente tiene cuadros intelectuales. La simple respuesta: No.

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